Es casi imposible hablar de Buda o esculturas budistas sin tener en cuenta la iconografía. A través del arte decorativo, se transmitieron muchas enseñanzas y son recordatorios constantes de que seguir el camino de la iluminación y la evolución espiritual es una práctica diaria, de ti para ti. También lo hacen los Budas ciegos, sordos y mudos , originalmente representados como los monos Mizaru, Kikazaru e Iwazru del Santuario Toshogu en Japón.
Independientemente de la imagen asociada, los tres sabios representan a la humanidad y, de forma simplista, transmiten el precepto “no veas el mal, no oigas el mal y no hables mal”, que tiene raíces en la filosofía china , con las enseñanzas de Confucio . . Aunque, muchos historiadores hacen una conexión con los 3 filtros de Sócrates : verdad, bondad y utilidad. Si lo que quieres expresar no pasa por estos tres filtros, mejor no lo hagas, ya que será una acción nociva.
Los tres sabios Budas enseñan: no veas el mal, no escuches el mal y no hables mal".
Siguiendo esta perspectiva, las esculturas decorativas de budas ciegos, sordos y mudos ingresan a la cultura budista no solo como enseñanzas para no permitir que el mal penetre en el ser, sino que nos lanzan un profundo cuestionamiento sobre cómo vemos y tratamos el mal, que generalmente solemos Identificarnos como algo externo, que nos llega a través de la acción de los demás.
En cada posición, con asanas (posturas de yoga) y mudras (gestos con las manos) o no, el Buda nos invita a percibirnos, de modo que sus representaciones cubriendo los ojos, los oídos y la boca no nos privan de este análisis. . Se fijan en que somos luz y sombra y que, por tanto, necesitamos reconocer el mal en nosotros mismos y no en el otro, porque solo entendiendo nuestras sombras sabremos acogerlas y ser capaces de transformarnos. a ellos.
Las esculturas nos invitan a reconocer, acoger y transformar el mal en nosotros mismos.
En la decoración, los tres sabios Budas nos convocan a la meditación, para acceder a nuestra naturaleza de Buda y aclarar los aspectos más oscuros de nosotros mismos; porque cuando nos distinguimos y nos reconciliamos con el mal que está en nosotros, no permitimos que otra fuente de mal trasponga nuestro ser. En vista de esto, cuando estés ante los Budas , comprende, acoge y transforma el mal en ti. ¡Hará un gran cambio en el mundo!
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¡Namasté!
Milene Sousa - Arte y melodía
1 comentario
Adorei a informação. Gratidão 🙏